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En junio de 1973 nace el restaurante Can Fusté y desde entonces, su principal objetivo es trabajar con productos de máxima calidad, respetando las estaciones y lo que la naturaleza ofrece sin forzar su fruto en un momento que no le corresponde.

Después de 48 años en el panorama gastronómico de Barcelona, mantienen el éxito de una comida tradicional gracias a su mejor receta: profesionalidad y cariño a partes iguales. 

Te sentirás como en casa 

Este establecimiento nos envuelve con la calidez de su ambiente. Las mesas de madera y las copas sobre los manteles blancos nos trasladan a la comodidad que sentimos cuando comemos en casa. Un conjunto decorativo que se traduce a eficiencia, calidad y simplicidad. Tal y como dicen en el restaurante, “te sentirás como en casa”. 

Can Fusté tiene la opción de acoger en salas privadas a 10 y 22 comensales respectivamente en cada una de las salas, para aquellos que quieren sentir que están cenando en un ambiente más íntimo y únicamente con su entorno. De hecho, el restaurante se podría describir como «profesionalidad y cariño«, ya que ahí nunca hay dos días iguales, pueden ser parecidos pero no calcados. 

Cinco platos que debes probar de Can Fusté 

Según María Plaza, estos son los platos que nos recomienda si vienes por primera vez a Can Fusté.

– Nuestro Jamón Ibérico de Bellota de nuestra reserva en Guijuelo es nuestro emblema, si vienes por primera vez tienes que probarlo.

– Hoy en día compite con otro entrante, nuestro «Bonito zuke«, que es un bonito de nuestra costa con rocoto (picante), brotes de cilantro y filamentos de chile (un guiño a la cocina japonesa).

izq: Bonito de la costa en Zuke, Rocoto, Brotes de Cilantro; dcha: Jamón Ibérico de Bellota de nuestra reserva. Fotografías: Alvaro Laforet.

Huevo al revés con cremoso de piel de patata, jugo de carne y rebozado en panko.

– Y por último Pescado de lonja del día, fresco y sin «escatar».

– Si no eres de pescado otra opción son los Callos Tradicionales «de mi madre».

La gastronomía tradicional es la que invade a Can Fusté

En la carta encontramos el punto de unión perfecto entre la comida tradicional y vanguardia. Presentando así a su vez, unos platos ricos y estéticamente bien emplatados, trasladando a sus comensales a la típica “casa de la abuela”. De hecho, Can Fusté hace referencia a la comida tradicional en la carta iniciándola con el título “lo de toda la vida…”, haciendo referencia a su historia a través de la cocina. 

Lubina Salvaje a la Donosti con trinxat de la Cerdanya. Fotografía: Alvaro Laforet.

Se nota que el diseño de los platos ha sido fruto de una conjunción entre el Chef y los propietarios del restaurante. Dejando como fruto, una carta profesional adaptada al perfil de la clientela.

El chef es el que marca la batuta

Como una orquesta sin director, un restaurante no puede dar su sonata sin chef. Isaac Aragall es el que día tras día da forma a estos platos.

Ensaladilla rusa de nuestra Chefita. Fotografía: Alvaro Laforet.

El chef Isaac Aragall nos explica que:

«Cocinar en Can Fusté hace que me sienta orgulloso, tengo la gran suerte de trabajar con la máxima calidad de las mejores lonjas catalanas, y adaptarlos con técnicas y procedimientos actuales.»

Isaac Aragall, se siente como en casa creando platos de cocina tradicional para Can Fusté. De hecho nos cuenta, que mezclar la tradición con la originalidad de la vanguardia es una de las cosas que más le gustan. Al final la carta, es fruto de uno de los lemas de Can Fusté «Trabajo y más trabajo».

La situación perfecta

Y es que en este restaurante han comido varias celebridades, y no me extraña. Imagina que acabas de salir de un partido del Camp Nou, con las emociones a flor de piel y tienes mesa reservada en Can Fusté. E imagina que en la mesa de al lado, encuentras a Gerard Piqué con toda la naturalidad del mundo con su plato de comida tradicional. 

Maria Plaza mostrando el libro: La vida de cualquiera

Pues no sería tan extraño, ya que no es el único visitante del restaurante. Carles Puyol, Josep María Bartomeu, Jordi Evolé, Sandro Rosell, Ter Esteguen entre otros, han salido con una sonrisa del restaurante. 

María Plaza, gerente de Can Fusté, nos explica como inició el restaurante:

«Cuando se inauguró el restaurante el hecho de estar muy próximo al Camp Nou fue un gran reclamo, pronto se corrió la voz de que lo hacíamos muy bien.»

A ella misma, es la que vemos en las fotografías sosteniendo su propio libro «La vida de cualquiera«. Este libro relata como las personas están conectadas de una u otra forma, es una guía de estilo personal y de estilo de vida en la que habla de como las casualidades pueden ser mágicas.

Con este conjunto de elementos, sabores y ambiente, qué más se puede pedir. Al final, no estás pagando una comida o una cena, estás degustando una experiencia. 

Dirección: Barcelona, situado en el número 50-52 en la Gran Vía de Carlos III