Una propuesta de 6 rutas para viajar en bicicleta y contemplar la riqueza natural de Catalunya.
Recorrer paisajes en bicicleta es una de las formas más especiales y responsables con el medio ambiente de viajar: lo hacemos a nuestro propio ritmo, contemplando la naturaleza y sus matices. Con cada ruta descubrimos algo nuevo y parece que saboreamos el tiempo a un ritmo más lento. Y lo cierto es que no hace falta ir demasiado lejos para poder hacerlo: aquí en Catalunya hay una amplia red de carriles bici, vías verdes e itinerarios preparados para el cicloturismo. Una extensión que va de los Pirineos hasta las playas y calas más pequeñas de la Costa Brava, pasando por los viñedos del Penedès o las llanuras verdes de la Vall d’Aran. Te invitamos a descubrirla.
De los Pirineos a la Costa Brava
La ruta Pirinexus es una de las más extensas del territorio catalán, con un total de 340 kilómetros. Un viaje por dos de los escenarios paisajísticos más singulares: los Pirineos y la Costa Brava. Atraviesa bosques centenarios, volcanes, parques naturales, viñedos y calas vírgenes en localidades como Peralada, Sant Pere Pescador, Palafrugell, Girona, Camprodon o Céret.
Desde la bicicleta, se pasea por vías verdes, pistas forestales y carreteras poco transitadas. Se aconseja usar una bici híbrida de grava, trekking o similar.
Los Castillos de la Segarra
Los amantes de la historia disfrutarán con este recorrido que nos ofrece una ruta por los Castillos de la Segarra.
Esta comarca, ubicada en la provincia de Lleida, es tierra de castillos y vestigio de ruinas. En su territorio encontramos un gran número de fortificaciones, y es que entre los siglos XI y XII se dibujaba la frontera entre los condados catalanes cristianos y el Al-Ándalus árabe. Concretamente, se ubican los castillos de Cervera, Florejacs, Les Palargues, Aranyó y Montcortès, siendo este último Bien Cultural de Interés Nacional.
Una ruta que nos ofrece un viaje al pasado mientras disfrutamos de las vistas a los castillos al ritmo del pedal.
A los pies de La Vall d’Aran
Cualquiera que conozca un poco Catalunya sabrá que La Vall d’Aran es una de las zonas más bonitas del territorio. Bañada por cordilleras de montañas y prados verdes, es idónea para practicar deportes como el esquí, pero también el senderismo y el cicloturismo. Sobre éste, es recomendable hacer la ruta de Honería, que a pesar de ser exigente por distancia (más de 30 km) y desnivel, merece la pena para contemplar el valle casi virgen de Toran. Allí también podemos disfrutar de un espectacular bosque de abeto y haya, así como de unas vistas panorámicas desde Canejan sobre las poblaciones de Les y Bossòst.
Mar, viñedos y montaña en el Penedès
El Penedès es otra de las zonas que no hemos acabado de descubrir. Ubicada a unos 40 minutos de Barcelona, es el escenario ideal para desconectar de la ciudad sin necesidad de viajar demasiado lejos. Además, cuenta con una riqueza paisajística excepcional: largas llanuras de viñedos, montañas e incluso vistas al mar. Un territorio de contrastes que podemos descubrir gracias a las rutas Penedès 360º, pensadas para recorrer pueblos, bodegas y ermitas por tranquilos caminos que discurren entre viñedos, con Montserrat de fondo.
La mayoría son rutas sin dificultades técnicas, pero también las hay más extensas y complejas. Están clasificadas en tres categorías: Gravel, BTT y Carretera. Por ejemplo, esta última es una ruta circular de 200 kilómetros que conecta las montañas del interior con el mar Mediterráneo y los viñedos. Pasa por municipios como Sitges y Vilanova i la Geltrú.
El Delta del Ebro y sus arrozales
El Hotel SB Corona Tortosa, de la cadena de SH Hotels & Bike, pone el foco en dar respuesta a todas las necesidades de los ciclistas. Por ello, nos ofrece tres rutas para descubrir esta zona bañada por el río Ebro; un territorio algo más desconocido que el norte de Catalunya y que sin embargo esconde muchos tesoros por descubrir.
La primera es una ruta circular por Alfara de Carles que incluye un tramo de vía verde entre bosques. Recorre parte del Parque Natural de Els Ports, un macizo calcáreo entre Catalunya, Valencia y Aragón cuyo relieve escarpado y abrupto ha sido humanizado desde tiempos prehistóricos.
Además, el Parque tiene un fuerte compromiso con el turismo sostenible reconocido por EUROPARC mediante la certificación CETS. En esa zona también encontramos pueblos con mucho encanto como Horta de Sant Joan, considerado uno de los más bonitos de Catalunya.
La segunda ruta atraviesa el Delta del Ebro combinando asfalto con carril bici, carreteras secundarias y caminos de tierra compacta. Una delicia para contemplar uno de los parques naturales más espectaculares de Catalunya.
Finalmente, la tercera es la ruta Mestral de Tornada y nos acerca a la esencia de Tortosa, capital del Baix Ebre.
Mont-roig del Camp: la zona que inspiró a Joan Miró
Se trata de una excursión de corto recorrido (5,6 km) que nos lleva a conocer las ermitas de la Virgen de la Roca y de San Ramón de Mont-roig del Camp. Ambas se erigen en atalayas privilegiadas sobre el Baix Camp, en lo alto de la Roca Roja. Esa zona fue retratada en múltiples ocasiones por el pintor Joan Miró, que quedó cautivado por la fuerza del paisaje de Mont-roig.
La ruta se inicia en Vilanova d’Escornalbou, un pueblo tranquilo de larga tradición agrícola ubicado en una privilegiada zona entre montañas, bosques y pueblecitos.