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Durante décadas, la industria de la moda ha alimentado un modelo frenético donde la novedad es moneda de cambio y las prendas, desechables.

Hoy, las consecuencias de ese ritmo son imposibles de ignorar: millones de toneladas de ropa terminan en vertederos cada año, muchas de ellas en perfecto estado. El armario se ha convertido en un reflejo de un problema mucho mayor: la urgencia de repensar cómo y por qué consumimos. En este contexto, plataformas como Vestiaire Collective proponen un nuevo enfoque: comprar menos, pero con criterio, calidad y responsabilidad.

La elegancia de lo duradero

La compañía, líder global en moda de lujo de segunda mano, ha lanzado recientemente una impactante campaña visual en la que pilas de residuos textiles aparecen frente a casas y monumentos emblemáticos. El mensaje es claro: no podemos seguir ignorando el coste ambiental de nuestro armario. Con cifras que asustan, millones de paquetes de moda rápida cruzando fronteras cada año y sistemas de reciclaje colapsados, se vuelve urgente repensar nuestros hábitos al comprar.

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¿Cómo sería viajar al Capitolio estadounidense y al Senado francés y encontrar tu ropa amontonada? Crédito editorial: Vestiaire Collective.

No se trata solo de gastar menos, sino de comprar mejor. En una sociedad donde el 50 % de las personas sufre ansiedad al decidir qué elegir del armario, y al mismo tiempo la industria textil emite más carbono que la aviación y el transporte marítimo combinados, algo está roto. Compramos más que nunca, un 60 % más que hace quince años, pero seguimos diciendo «no tengo nada que ponerme». La moda rápida normaliza esta paradoja, y disfraza con estética de lujo en prendas de baja calidad, fabricadas en malas condiciones laborales y diseñadas para durar lo mínimo.

La fuerza silenciosa del lujo reutilizado

Cuando hablamos de ropa de segunda mano nos puede parecer que la esencia de la prenda está perdida. No podemos estrenarla como nueva, ya está usada. En cambio, esta idea se viene a bajo si revisamos su guía más reciente.  Han analizado las marcas y prendas más deseadas en la reventa, y los datos hablan por sí solos. Desde el 2020, la oferta de artículos vintage en la plataforma ha aumentado un 220 %, y las ventas han crecido un 80 %. Una buena señal de que, en los últimos años,  la segunda mano ha dejado de ser desechable para convertirse en tendencia. La ropa vintage ha vuelto para quedarse, y no solo por nostalgia: las prendas bien confeccionadas mantienen su esencia, y con los años crece su valor.

La moda rápida ya no es algo que veamos de lejos, sino que está justo en la puerta de nuestra casa. En Vestiaire Collective, estamos comprometidos con esta misión y hacemos que todas las partes interesadas se responsabilicen, – comenta Dounia Wone, directora de impacto de la compañía.

Además, la guía demuestra que las grandes casas de moda siguen marcando la pauta. Bolsos icónicos como el Timeless de Chanel, el Speedy de Louis Vuitton o el Jackie de Gucci se revenden con éxito año tras año. Con ello se reafirma que invertir en calidad es también una forma de sostenibilidad. Marcas como Chanel, Louis Vuitton y Hermès encabezan las listas de prendas más demandadas en segunda mano. Son piezas que nunca pasan de moda por elegancia y durabilidad.

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Vestiaire Collective trabaja para que los montones de ropa desechada tenga una doble vida. Crédito editorial: Vestiaire Collective.

Consumir con cabeza no significa perder tu propio estilo. Significa alargar la vida útil de cada prenda y reducir el desperdicio. Para este cambio de hábito, Vestiaire Collective también trabaja con programas educativos o en campañas reivindicativas para acercar a los compradores a la idea de una moda más ecológica. Lo dice el refrán: lo barato sale caro, y apostar por prendas de calidad que duren años es un paso más hacia la recuperación del equilibrio natural del planeta.

Noelia Fernández

Periodista apasionada por la cultura, la literatura, las artes y el viaje. Me interesa poder escuchar a los demás y sumergirme en sus historias, buscando la esencia de cada experiencia y dando voz a muchas que no son escuchadas. Escribo para Horse desde junio 2021.